¡Lo personal es político, el cuidado es colectivo y la salud es integral!*
* Reconocimiento a Carol Hanisch y más (1969). Cosmovisiones y cosmogonías desde el Abya Yala.
En 2025 las mujeres que colaboramos en SiKanda y Puente a la Salud Comunitaria insistimos en subrayar la urgencia de encontrar modos de desarrollarnos que contribuyan a transformar las condiciones injustas en torno a la salud integral de las mujeres. Por ello:
- Reconocemos las resistencias de las mujeres para atender lo urgente y lo importante en el cuidado de la salud física, psicoemocional, social, económica, simbólica y ambiental.
- Visiblizamos que las redes y colectivas han sido mecanismos seguros para anudar entre mujeres: juntas ante la escasez de oportunidades y las represiones permanentes.
- Evocamos el tejido entre mujeres como defensa y acompañamiento frente a los desafíos cotidianos y las formas de dominación, sometimiento, control, despojo y violencias contra todas.
- Consideramos el cuidado colectivo-mutuo como herramienta para la exigibilidad de derechos.
- Contribuimos en la apropiación de espacios para la reivindicación y la exigencia de Justicia.
- Celebramos los esfuerzos para mitigar las desigualdades para las mujeres entre mujeres.
En los derechos humanos, a pesar de los cambios jurídico-institucionales a favor de las mujeres, el ejercicio igualitario aún queda supeditado a los mandatos de amor incondicional, sacrificio, devoción y otros, asignados a las mujeres. Así, los cuidados también permanecen bajo nuestra responsabilidad, dificultando el vivir libres de violencias, de manera plena, digna y con justicia. Nos alarma que NO se consideren como problemas públicos:
- La autoexigencia, aprendida de mandatos externos, que nos obliga a demostrar que merecemos con base en habilidades y capacidades, justificando la desigualdad. En este sentido denunciamos que la autoexigencia es un medio más para la explotación de las mujeres, dado que se impone como responsabilidad exclusiva de las mujeres transformar la desigualdad.
- La monetización del cuidado de la salud de las mujeres a través del consumo masificado de insumos desechables e industrializados, sin alternativas sustentables, y el desabastecimiento de medicamentos para la salud sexual.
- La estigmatización de la menstruación, sobre todo, en los espacios de trabajo.
- El desprecio de la maternidad en espacios laborales, considerada como obstáculo del desarrollo profesional y no como un derecho laboral, es decir, se recalca que el ejercicio de una maternidad digna reduce los tiempos de atención al trabajo y que sólo es accesible por voluntad o concesión benévola del empleador.
- El rechazo de la responsabilidad compartida en los cuidados familiar, crianza y protección de las niñeces.
- El desinterés en atender las necesidades particulares de las mujeres en trabajos operativos, a pesar de que son quienes dan soporte y sostenibilidad a los capitales del trabajo y a las sociedades.
- El desdén por incorporar la perspectiva de género en los procesos de justicia acordes a las legislaciones que promueven, protegen, defienden y garantizan derechos a las mujeres.
- La normalización de graves prácticas de revictimización en las rutas de atención a mujeres víctimas y la exigencia para desarrollar mecanismos propios de cuidado en atención a las violencias que las mujeres experimentan a lo largo de todo el proceso de justicia.
- La falta de voluntad política para incorporar medidas jurídicas que garanticen su no retroceso.
- No obstante el panorama, celebramos la sororidad entre mujeres que vemos y vivimos día a día, codo a codo, lucha a lucha y nos alentamos a seguir:
- Cuidándonos ante condiciones que nos dañan y nos vulneran.
- Reconociéndonos en cada acción cotidiana y en las que son revolucionarias.
- Manteniéndonos firmes en seguir siendo nosotras desde el amor compartido y la ternura.
- Reconociendo y defendiendo la vida de nosotras, quienes la sostenemos.
- Tejiendo redes y lazos comunitarios de sororidad que disminuyan las diferencias y maximicen las coincidencias.
- Celebrando y gozando nuestros logros, nuestras libertades recuperadas y ganadas, los espacios construidos sin dejar de mirar los retos y los desafíos que siguen acechando.
#8M #DíaInternacionaldelaMujer
Las mujeres que colaboramos en SiKanda y Puente a la Salud. Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 2025.