De pronto me di cuenta: “quiero trabajar con proyectos sociales”. A partir de esta intuición empecé a ahorrar y a buscar oportunidades en organizaciones civiles en países donde se hablara el español, para poder practicarlo. Fue entonces cuando encontré a SiKanda y me encantó saber que se dedicaban a trabajar con uno de los grupos sociales más vulnerables: los pepenadores.
Me entrevisté con el Coordinador de Programas, quien me comentó que además tenían un proyecto que buscaba impactar en políticas públicas y todo se me hizo aún más interesante. El Coordinador era un italiano simpático que me cayó muy bien y pensé que trabajar con un equipo multicultural sería una increíble experiencia.
Luego de ser aceptada como voluntaria, hablé con muchas personas que habían trabajado con SiKanda que sólo me dijeron excelentes cosas sobre sus proyectos, su personal y en especial sobre Oaxaca. Tenía ya razones suficientes para formar parte del equipo Sikandero donde, sin saberlo en ese momento, encontraría amigos muy queridos.
Mi experiencia con SiKanda fue muy linda. El trabajo de campo me proporcionó una vivencia única, ya que en las comunidades a las que irónicamente se suele calificar como “vulnerables”, me encontré con personas fuertes, de lucha, perseverancia y mucha creatividad para hacer frente a los problemas que se les presentan a diario.
Fernanda Pereira, voluntaria de SiKanda, durante un taller en una escuela primaria
En la oficina descubrí un ambiente amistoso con personas increíbles, la compañía de perros, música y de Yoda (la maquinita de chicles). Me encantaba el desafío de cada día realizar una actividad que nunca había realizado antes, con mucha autonomía pero también con el apoyo del personal para concluirla de la mejor manera posible. Con ellos adquirí muchos conocimientos y tuve la apertura para aprender y desarrollar mis habilidades en el área social. También me pareció una ventaja trabajar en una organización pequeña porque me permitió conocer las varias etapas de los proyectos y tener una percepción amplia de cómo funciona una asociación civil.
Lo que más me sorprendió en el trabajo de SiKanda fue el conjunto de proyectos dirigidos a diferentes ejes (salud, educación, ingresos) complementarios entre sí, lo que resulta muy pertinente para las comunidades con quienes trabajan. Se destaca también el alto grado de conocimiento del equipo, el profesionalismo y perfeccionismo con que realizan cada una de las actividades, y el compromiso y respeto entre ellos mismos y con nuestros compañeros de las comunidades.
Claro que cuando hablo de mi experiencia laboral, no puedo disociarla del hecho de que además viví en Oaxaca, una ciudad tranquila, muy hermosa, con una tradición culinaria riquísima, sitios turísticos encantadores y, principalmente, personas muy amables. Sólo puedo agradecer a mis amigos de SiKanda y a mis amigos oaxaquenõs por su acogida. A fin de cuentas, ellos hicieron que esta experiencia fuera inolvidable.
- Fernanda Pereira, de 25 años de edad, brasileña. Colaboró con SiKanda como voluntaria entre febrero y diciembre de 2014. De parte de todo el equipo, agradecemos profundamente su trabajo y compromiso y le deseamos la mejor de las suertes para todos sus proyectos futuros. ¡Hasta pronto Fer!
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Colombina, Jefa de relaciones públicas de SiKanda