Vista del basurero desde la calle.

Para  llegar a la Escuela Primaria Símbolos Patrios desde la carretera principal habrá que caminar a un costado de una montaña de basura de varios metros de altura. La ciudad de Oaxaca y los municipios aledaños depositan entre 800 y 1000 toneladas de desechos cada día en el basurero municipal localizado en Villa de Zaachila. Desde el camino es posible observar cientos de aves carroñeras volando en círculos por encima de una colina multicolor compuesta de desperdicios que genera malos olores y contaminación ambiental.

En contraesquina de donde termina el basurero se ubica la puerta de entrada a la Escuela Símbolos Patrios, donde cerca de 150 niños y niñas cursan los seis grados de primaria. La escuela no cuenta con agua corriente ni drenaje, pero sí con docentes, madres y padres de familia y estudiantes motivados a mejorar sus condiciones de vida y el entorno de su comunidad.

Desde 2014, la primaria Símbolos Patrios participa en el proyecto “Escuela Verde” implementado por Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda) en escuelas aledañas al basurero Municipal y que busca brindar insumos, conocimientos y técnicas apropiadas para transformar la basura en motor de cambio y cohesión social.

El pasado 2 de julio de 2015 nos reunimos con las mamás que forman parte del Comité de la escuela y que en el marco del proyecto son las principales encargadas de cuidar y mantener la producción de lombricomposta en el colegio.  A principios del año escolar, estas mamás recibieron una caja de lombrices rojas californianas para la producción de abono. Al término de su ciclo como Comité, han logrado reproducir suficientes lombrices para contar con dos cajas más y han cosechado más de 40 kg de abono de lombriz para su utilización en el huerto escolar y para venta.

María Esther, Marcelina, Adela, Carmen, Maribel, Isabel y Alicia,  compartieron con nosotros sus impresiones y su experiencia con Escuela Verde.

“Cuando llegaron las lombrices  venían en una caja con, no sé cuántas nos trajeron. Si nos trajeron 500 lombrices, ahorita hay como 5,000. Se han reproducido mucho. Todas hemos puesto nuestro granito de arena. Hay quien las mueve, quien les da de comer, quien les echa agua. Y ya en el caso de cosechar, aquí las compañeras son las que más han hecho de colar o cernir el abono. Pues de hecho ya hubo producción” nos relata María Esther “yo al principio, la verdad, no le hacía caso a las lombrices. Pero veía a todas que todas participan y de ahí pensé ¿y si puedo aprender? ¿qué  tal que más adelante lo quiero hacer? Y ya fue como me fui integrando más. Porque a veces a una no le llama la atención algo, pero cuando te enteras de qué se trata ¡pues ya aprendes!”

La lombricultura es la práctica de utilizar lombrices para transformar los residuos orgánicos en un abono altamente nutritivo que puede aprovecharse para cualquier tipo de cultivo. Escuela Verde promueve esta biotecnología para mejorar el manejo de los residuos en los planteles escolares, reducir la cantidad de desperdicios que llegan al basurero y concientizar a niños, niñas y adultos sobre la importancia de separar la basura y cuidar el medio ambiente.

Marcelina Melchor Jiménez es la Presidenta del Comité. Nos cuenta que al principio se les hizo un poco difícil aprender a cuidar las lombrices “Al principio sí les teníamos miedo, era algo extraño meter las manos en el abono, nos daba cosa que oliera mal. ¡Pero no! nos acostumbramos. Nos enseñaron qué teníamos que hacer para cuidarlas”. La lombricultura promueve una relación distinta con estos seres a los que muchas veces les tenemos rechazo. Permite aprender que cada pequeño ser de nuestro entorno tiene un papel provechoso que jugar en el ambiente. “Pues ya se volvieron mis hijas, se volvieron hijas de todas. Yo decía “vayan a ver a las hijas” y ya sabían a qué me refiero. No les decimos lombriz. Vamos a ir a ver a nuestras hijas, o a las nenas”.

El mantener y reproducir a las lombrices requiere de atención y conocimientos.
El proyecto Escuela Verde impulsa actividades que además de preservar el medio ambiente son fáciles de aprender y compartir, con el fin de tener un impacto mayor en la comunidad y de promover la sustentabilidad del proyecto. Con el siguiente ciclo escolar, un nuevo grupo de Mamás se hará cargo del módulo de producción, por lo que Marcelina nos explica “Sí es ponerles atención y no dejarlas al “ahí se va”. Es estar al pendiente de ellas. Es un proceso que hay que explicarle a la gente nueva, para que no les pase que se les mueran. Porque sí, ya hemos logrado reproducir las lombrices, es un proyecto de todo un año que no queremos que se pierda.”

Si bien las Mamás son responsables del cuidado a las lombrices, los niños y niñas también reciben capacitación en lombricultura adecuada a su edad para ir conociendo el proceso de transformación de la basura en lombriabono. El colegio cuenta con un compostero donde las y los estudiantes pueden depositar su basura orgánica “para preparar la comida de las lombrices”, así como con un huerto escolar en donde pueden observar cómo se aplica la composta y los beneficios que trae para la producción de alimentos. “En la escuela los niños se acercan a verlas, a preguntar, a aprender más de ellas”, nos cuenta el Comité.

¿Qué es lo que más disfrutaron las mamás en el proceso de aprendizaje sobre lombricultura? Alicia nos relata “a mí lo que más me gustó fueron los huevecillos. Escogerlos, separar los chiquitos y sacarlos y volverlos a regresar donde hay comida. Cuidar a los pequeños. (…) Me gustó mucho aprender a cosechar el abono. Tengo gusto de tener lombriz. Porque yo en mi casa tengo mi huertita de perejil, de chile. Y me gusta mucho tener este abono.” Abril, tallerista de SiKanda que acompañó durante todo el año al Comité, nos cuenta “A mí me causa mucha ternura. Desde el principio que trajimos las lombrices, vaciamos el plástico a la caja y ahí se quedaron algunas lombrices pegadas. Ellas fueron recogiéndolas una por una y me causó mucha emoción saber que las estaban cuidando; como buenas mamás protegiendo a los pequeñitos.”

Para Escuela Verde es muy importante que las familias reproduzcan los aprendizajes obtenidos en las escuelas al interior de sus hogares. La lombricultura es un paso más en el mejor manejo de residuos, que inicia con la separación de la basura y el compostaje. Maribel nos cuenta cómo el participar en Escuela Verde ha generado cambios al interior de su hogar: “En la casa los niños comían el plátano o la manzana y la aventaban al patio. Ahora no. Agarré un bote que estaba roto y les dije que aquí vamos a echar todas las cáscaras. Y a ellos sí les ha costado trabajo, pero ya se acostumbraron a meterlo en el bote de desperdicios.” María Esther por su parte señala “Yo de por si tengo un bote de lavadoras de esas de doble tina. A mí no me gusta ver las cáscaras ahí en el piso y como no tenía pollos, antes mis nietos ahí las tiraban. Pero yo les he enseñado a ponerlo en el bote. Ahora ya lo hacen.”

El proyecto ha permitido que las mujeres participantes se conozcan, se diviertan, aprendan nuevas habilidades y se relacionen mejor entre ellas. “Pues cuando iniciamos nos conocíamos no más de que veníamos a dejar a nuestros hijos y vámonos ¿no?” cuenta Carmen  “Pero ahora sí ya conocemos el carácter de cada persona. Me dio mucho gusto tratar con todas. Aquí estamos como Comité.”

¿Qué le dirían a otras personas que nunca han visto una lombricomposta? 

“¡Que sí se puede!”

Dice Esther “Hay gente que nunca lo ha oído mencionar. No lo creen. Yo les digo “en la escuela tenemos lombrices” ¿Y por qué? Me preguntan. “Pues de ahí se saca abono, parece tierra, pero es abono”. Ahora que yo ya lo ví, ya lo creo ¡Estoy como Santo Tomás! A mí, si me ofrecieran, ya sé qué es. Es puro desperdicio que la lombriz se lo come y hace abono ¡Es pura popó de lombriz! ¿Y a poco sí sirve? Me preguntan. ¡Sí, sí sirve! ¡Es abono!!

En este fin de ciclo escolar, el Comité visitará el Centro Lombri-Acción de SiKanda localizado en el Municipio del Tule, para conocer el proceso de producción de lombriabono a gran escala. También recibirán lombrices para que continúen la producción en casa. ¿Qué planes tienen ellas ahora? “¡Promoverlo más! Enseñar el abono. Que la gente lo crea. ¡Hacer un huerto! Aquí está la muestra de que sí se puede. Va quedar para el nuevo Comité.”

Mujeres que conforman el Comité de la Primaria Símbolos Patrios recibiendo sus lombrices para el hogar

Escuela Verde se implementará en seis escuelas aledañas al basurero municipal en Villa de Zaachila durante el ciclo escolar 2015-2016. Se enfoca en atender una problemática local, la presencia de la basura, y en brindar herramientas para que las personas puedan mejorar el manejo de desechos, producir lombriabono, crear huertos escolares para mejorar su alimentación, y aprender sobre reciclaje y sobreciclaje a través de la habilitación de Bibliotecas Verdes que se realizan con PET y TetraPack recolectado en la propia comunidad.