Número de participantes:
- 62 mujeres y 48 hombres participantes en el diplomado
- 55 mujeres y 56 hombres conforman grupos comunitarios
- 437 mujeres y 330 hombres participan en encuentros
- 23 mujeres y 26 hombres que pilotearon proyectos
- 204 mujeres y 143 hombres participantes de 7 foros regionales
- 674 mujeres y 385 hombres participantes en el congreso nacional en Gobernanza comunitaria
Socios y colaboradores (operativos):
Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda, solicitante principal), Centro Profesional Indígena de Asesoría y Traducción (Cepiadet), Diversidades y No Discriminación (Diversidades), Ideas para el Desarrollo de una Economía Alternativa y Solidaria (Ideas) y Propuesta Integral para la Sustentabilidad (Propuesta).
Principales donantes:
Cofinanciamiento organizaciones civiles y Unión Europea en el marco del programa Laboratorio de Cohesión Social II Oaxaca.
Descripción breve:
El proyecto “Gobernanza comunitaria e intercultural para el ejercicio de la participación social, la rendición de cuentas y los derechos humanos en el estado de Oaxaca” se implementó durante dos años facilitando procesos dirigidos a contribuir a la cohesión social como estrategia para incidir en la participación, la transparencia y el ejercicio de derechos, reconociendo las prácticas de gobernanza de las comunidades participantes y suscitando diálogos horizontales interinstitucionales e intersectoriales. Los procesos estuvieron implementados por fases: fortalecimiento, acompañamiento y pilotaje, mismos que lograron visibilizar los modos en que la ciudadanía se relaciona con sus formas de gobernarse, los mecanismos en que toman decisiones, las estrategias empleadas para la participación y los dispositivos enfocados para la rendición de cuentas. A lo largo del proyecto, se impulsó la articulación y colaboración entre autoridades comunitarias[1], municipales, estatales y ciudadanías para la sostenibilidad de las acciones emprendidas, específicamente provocando ejercicios de diálogo, negociación e influencia mutua.
En el proyecto señalamos como articulación, la identificación y caracterización de actores clave y oportunidades de incidencia a partir de relacionarles dentro de la gobernanza desde los enfoques de intergeneracionalidad, interculturalidad, género y sostenibilidad. Las estrategias para la articulación se fundamentaron en los de diagnósticos y en los procesos de fortalecimiento dados a través de dos diplomados bilingües en el primer año de ejecución. Posteriormente, en el segundo año, los esfuerzos se dirigieron a fomentar la colaboración, misma que fue realizada a través de la aplicación de conocimientos (generados desde los diplomados), el pilotaje de proyectos comunitarios (generados desde la articulación intersectorial) y en la realización de diálogos horizontales (desde la articulación interinstitucional). Cabe señalar que, a lo largo del proyecto, se promovió la observancia del ejercicio de derechos como condición esencial e impulso clave para alcanzar la gobernanza de manera participativa, donde las interrelaciones entre las normas sociopolíticas implícitas y explícitas en las comunidades se hallaron como sostenimiento de la vida social-colectiva-comunitaria.
Actividades principales:
Los resultados se encaminaron a la articulación y de colaboración ya que fueron construyéndose a medida que los hallazgos y los alcances de cada fase fueron retroalimentándose; es decir, los resultados conformaron parte de los insumos, contenidos, planes o índices de actividades consecutivas.
La línea diagnóstica llevo a reconocer el pluralismo de gobernanzas y gobiernos dando cuenta de sus debilidades y fortalezas; asimismo, nos brindó la posibilidad de retroalimentar los sistemas de gobiernos en Oaxaca (Sistema Normativo Interno y Sistema por Partidos Políticos) a partir de los hallazgos diferenciados e intercambios respecto a la forma de gobernar. Finalmente, se posicionó a debate público interregional, las relaciones entre derechos individuales y colectivos ante casos de violación/vulnerabilidad del ejercicio de derechos en las comunidades participantes.
Por otro lado, la línea base diagnóstica sirvió como insumo para priorizar temáticas, definir rutas y estrategias para la implementación de las actividades del proyecto. Sobre todo, consolidó los hallazgos sustantivos de buenas prácticas de gobernanza en el estado de Oaxaca como áreas de oportunidad para las dependencias gubernamentales y la transformación de las relaciones entre pueblos indígenas y el Estado.
Los ejercicios de diálogos horizontales entre ciudadanías-gobiernos permitió visibilizar el alcance que tienen, la articulación y colaboración, para incidir y/o transformar la forma unilineal/monocultural en que se implementan las políticas públicas. Los diálogos interinstitucionales aprovecharon el programa del Laboratorio de Cohesión Social II (LCSII) para construir antecedentes que den cuenta de los esfuerzos que se requieren para atender las fisuras entre ciudadanías-gobiernos, sobre todo, con el Estado. En este tenor, se conformó el Grupo Asesor Interinstitucional con la participación de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Oaxaca.
Las contribuciones metodológicas del proyecto, en cuanto al análisis y la estructuración de los proyectos comunitarios piloteados, estuvieron basadas en las lógicas que las comunidades practican para construir y abordar asuntos públicos; de esta manera, lo considerado de interés público se concertó como de interés comunitario. Bajo este entendido, las problemáticas se identificaron como situaciones no deseadas, cambiando su percepción de problemas a oportunidades de resolución-acción entre ciudadanía-gobiernos. La estructuración de los proyectos comunitarios piloteados se realizó a partir de dimensionar la incidencia o el impacto, proyectados, sobre la vida de la comunidad y no sólo en la atención a la problemática. De esta manera, las situaciones comunitarias “no deseadas” se asumieron como parte de la agenda pública/municipal a razón de que identificarlas como problemáticas comunitarias, donde las ciudadanías y sus representantes de gobiernos articularon, debatieron, visibilizaron y colaboraron. Los proyectos comunitarios fueron piloteados a sabiendas de que la facultad de acción no es sólo propia del aparato gubernamental sino del ámbito comunitario y ciudadano.
El pilotaje de proyectos comunitarios promovió la horizontalidad como pilar de la gobernanza y sentó los antecedentes para la elaboración del Pronunciamiento interinstitucional por la gobernanza; asimismo, el 20% de las agendas públicas municipales incorporó iniciativas procedentes de los proyectos piloteados.
Los encuentros y foros regionales promovieron articulaciones intercomunitarias, mismas que generadas en el proceso formativo con los diplomados regionales bilingües, llevaron a reconocer las coincidencias en las condiciones en que se da la participación colaborativa entre ciudadanía y gobierno en contextos indígenas y no indígenas; además, permitieron dimensionar la necesidad y pertinencia de construir agendas regionales intersectoriales e intergeneracionales.